No todas las formas de violencia son igual de evidentes. Una de las más sutiles es la violencia estética, que recurre a cánones estéticos rígidos para dictar y homogeneizar qué aspecto físico se debería tener. Todo el que se aleje demasiado de este prototipo ideal, puede resultar censurable socialmente. ¿Porqué la fealdad y no la belleza generan burla y rechazo?
Una de las explicaciones es el efecto halo. Asociamos características positivas a la belleza (p.ej. simpatía, éxito, inteligencia, elegancia…) y negativas a la fealdad. Este es el motivo por el que en publicidad se recurre a bellas modelos para anunciar productos, puesto que se atribuye al objeto las propiedades del sujeto.
Las mujeres son el target más vulnerable de este tipo de violencia, puesto que se las sigue presionando más que a los hombres respecto asu imagen física. El aspecto externo cuestiona y condiciona internamente a las personas.
Este tipo de violencia se convierte en algo particularmente peligroso cuando seguir el prototipo de belleza pone en riesgo la integridad física o mental, ya sea con operaciones in extremis o tratamientos recurrentes, así como generando un rechazo y autocensura al propio cuerpo o partes de él. Baja autoestima, fobias o trastornos como el trastorno dismórfico corporal o los trastornos alimentariosson algunas de las implicaciones psicopatológicas más habituales.
La violencia estética se basa en 4 formas diferentes de discriminación:
- Se entiende que en la mujer, la belleza aumenta la feminidad, mientras que el hombre pierde masculinidad (p.ej. ser metrosexual está todavía mal visto para muchos varones). Tampoco se aplican las mismas normas para mujeres que para hombres. No depilarse (particularmente axilas) es sinónimo a suciedad en mujeres, pero no en hombres.
- El estereotipo fundamental de belleza es la caucásica. Otros modelos de belleza se han silenciado tradicionalmente, incluso en países mayoritariamente habitados por otras etnias.
- Belleza y juventud se utilizan prácticamente como sinónimos. Cumplir años es antiprototípico y la base de infinidad de tratamientos estéticos, como si fuera algo negativo. ¿Acaso nos debería asustar seguir viviendo?
- Los cuerpos de grandes o incluso medianas proporciones son rechazados.
La violencia estética es un atentado contra la diversidad física. Por otro lado, se nutre de la búsqueda permanente de la perfección y la perfección no existe. Siempre hay algo supuestamente mejorable, por lo que el mercado aumenta exponencialmente.
Poner límites a los mandatos socioculturales y aprender a sentirnos cómodos con la propia naturaleza son la base para plantar cara a la tiranía de la estética y aprender a sentirnos seguros con nosotros mismos.