Más de 300 millones de personas sufrendepresión, lo que la convierte en la primera causa de discapacidad del mundo actual. Los antidepresivos suelen ser habitualmente el tratamiento de elección, pero su gran difusión no está exenta de controversia. Los estudios sobre sus efectos negativos están ganando importancia en la comunidad científica y actualmente se desaconseja su uso en niños y adolescentes.
En lo que se refiere a su uso en adultos, los expertosseñalan falta de transparencia en estudios sobre su eficacia y sesgos metodológicos importantes en la constatación de resultados. En el 2018 se publicó un metaanálisis en la revista Psychopharmacology, pretendiendo zanjar la polémica, y se concluyó que los antidepresivos reducían la tasa de suicidio en adultos. El estudio, ampliamente difundido recibió una fuerte crítica por parte de los expertos debido a sus carencias metodológicas y a la escasa fiabilidad de sus resultados. Por ello, se reanalizaron los mismos datos con los baremos estadísticos correctos, revelando las conclusiones opuestas. Estos resultados acaban de ser publicados en la revista Psychotherapy&Psychosomatics, e indican quela tasa de intentos de suicidio es 2,5 veces más alta en personas que toman antidepresivos que en quienes toman placebo, concretamente, hubieron206 intentos de suicidio y 37 suicidios en personas que toman antidepresivos frente a 28 intentos de suicidio y sólo 4 suicidios en personas que tomaban placebo.
Los resultados comentadosalertan de la necesidad de continuar investigando este tipo de fármacos.