La teoría de la mentalización fue propuesta y desarrollada en los años noventa por Bateman y Fonagy. La mentalización es la capacidad humana que nos permite percibir, interpretar y comprender el comportamiento de los demás y el propio en función de “estados mentales”, es decir, de necesidades, pensamientos, creencias, deseos, motivaciones, sentimientos, propósitos y otros contenidos de la mente. Nuestros estados mentales, ya sean conscientes o inconscientes, determinan nuestra forma de funcionar. La capacidad para mentalizar es pues una actividad imaginativa, a menudo automática e inconsciente, por la cual inferimos las razones por la que nosotros mismos o las personas de nuestro entorno funcionamos de la forma en que lo hacemos. La mentalización es clave para desarrollar empatía.
¿Para qué sirve?
- Regula nuestras emociones y conductas, por lo que mejora nuestra relación con los demás.
- Nos ayuda a conocer nuestros pensamientos y sentimientos, entender qué los motiva y con qué están conectados.
Entender el comportamiento de los demás en términos de estados mentales nos permite no sentir tanto malestar en las interacciones sociales, ya que también se visibiliza la intencionalidad de la otra persona. P.ej. si en una situación concreta alguien nos habla mal, y no tenemos en cuenta sus estados mentales, podemos interpretar que su hostilidad se debe exclusivamente a nuestra forma de ser. Pensar en los estados mentales del otro (quizá esa persona tiene problemas en otro ámbito y expresa su ira en esta otra situación) nos protege a nivel emocional y también nos ayuda a salvaguardar nuestra propia autoestima.
¿Cómo desarrollar la mentalización?
- Analiza la naturaleza de tus estados mentales. Entiende que son representaciones subjetivas del mundo en tu propia mente y no algo objetivo, por tanto, pueden interpretarse de maneras muy diversas.
- Redefine los estados mentales de los demás como diferentes a los tuyos. Esto te ayudará a entender y predecir el comportamiento de los demás y te ayudará a relacionarte de una manera más empática.