1 de cada 10 mujeres sufre depresión perinatal, es decir, depresión durante el embarazo o los meses posteriores al parto. Esta cifra es similar en todos los países del mundo, según un estudio reciente. En España, 40.000 mujeres al año sufren depresión postparto y 85.000 mujeres embarazadas desarrollan problemas psiquiátricos, lo que genera que 13.600 niños tengan dificultades por la alteración del vínculo materno infantil debido a problemas emocionales de sus madres. Cerca de 800 mujeres sufren psicosis puerperal con alto riesgo de suicidio o infanticidio al año, por lo que no es posible mirar hacia otro lado en relación con este tema.
Si bien cualquier mujer puede desarrollar depresión perinatal, hay algunos factores de riesgo habituales para desencadenarla, como ser madre adolescente, madre soltera, con bajos ingresos, antecedentes de depresión o síntomas depresivos actuales, etc. Recientemente, el USPSTF (en español, Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos) ha elaborado una lista de recomendaciones para prevenir la depresión perinatal, e incide en la importancia de la atención psicológica para mujeres en riesgo, concretamente la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal.
Algunas de las recomendaciones de la OMS para el tratamiento de la salud mental perinatal serían: priorizar las intervenciones psicosociales y evitar en la medida de lo posible la medicación antidepresiva, fomentar los principios generales de cuidado (comunicación sensible, clara y empática con la mujer y sus familiares, y apoyo social), tratamientos complementarios como actividad física estructurada, relajación y resolución de problemas dentro de la rutina diaria de la madre, activar la red social e intereses, etc.
Es importante conocer las problemáticas más habituales que presenta la sociedad para poder crear recursos sanitarios adaptados a dichas necesidades. Los expertos defienden la necesidad de un modelo sanitario más global, que dé soluciones no sólo a los síntomas o dificultades físicas previas o posteriores al parto, sino también emocionales, ya que están claramente interrelacionadas.