Según datos recientes de Eurofund, el 10% de los trabajadores españoles sufre problemas relacionados con el acoso en el trabajo (violencia física, acoso laboral o sexual) y esta cifra podría ascender hasta un 15% según otras fuentes. No obstante, sólo el 8% del total de casos que sufren acoso laboral termina denunciando, por miedo a represalias, a no ser creídos, a sentimientos de vergüenza, etc. Es por este motivo que es difícil hacer una estimación real de los casos de mobbing.
El acoso laboral es un fenómeno preocupante a nivel social. Actualmente es la primera causa de baja laboral de larga duración en nuestro país. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, los costes de la violencia y el estrés en el lugar de trabajo representan entre un 1% y un 3,5 % del producto interior bruto en un amplio rango de países.
Definimos el acoso laboral como un fenómeno que consiste en “abusar, ofender, excluir socialmente a alguien o afectar negativamente las tareas de su trabajo. Debe ocurrir repetidamente (p.ej semanalmente) y durante un periodo de tiempo (p.ej. 6 meses)”. Afecta a la salud, bienestar y rendimiento de los empleados, y también a la rentabilidad de la empresa (los costes pueden alcanzar los 14.000 dólares por empleado).
El 64% del acoso laboral es descendente -de directivo a empleado-, el 18% se produce entre compañeros y el 12% es ascendente -de empleados a directivo, y tiende a ser grupal-. Suele afectar a los mejores trabajadores.
Las principales consecuencias para el empleado son los cuadros ansiosos y depresivos, a menudo compatibles con un síndrome de estrés postraumático. Se describen también patologías psicosomáticas y disfunciones sociales y familiares.
Librarse del acoso laboral es posible. Los tres pilares principales para hacerle frente son:
-Reforzar la autoestima.
-Mejora de habilidades sociales y afrontamiento asertivo.
-Manejo de la ansiedad.