«Tú no tienes un alma; Eres un alma. Tienes un cuerpo.»
(C.S.Lewis)
“La metamorfosis” de Kafka, “la mosca” de Cronenberg, Mowgli en “el libro de la selva”…La literatura y el cine están llenos de historias cuyos personajes no se consideran completamente humanos. Desde la mitología griega y latina, encontramos ejemplos de seres que pertenecen a dos especies a la vez, como el centauro (mitad hombre, mitad caballo) o la sirena (mitad mujer, mitad pez).
Somos seres sociales, por lo que el sentido de identidad juega un papel fundamental en nuestras relaciones y en la propia felicidad. Pero, ¿se puede dar el salto de la ficción a la realidad? ¿Existen humanos que no son 100% humanos? La respuesta la encontramos en los otherkins, uno de los colectivos menos comprendidos y que generan más extrañeza a nivel social.
¿Qué es?
Los otherkins son personas cuyo sentido de identidad no es estrictamente humano. Se identifican (de forma parcial o total) con otra especie no humana, como animales, seres mitológicos, personajes fantásticos, extraterrestres, ángeles… Habitualmente son adolescentes que sienten que no encajan en ninguna parte y buscan construir su propia identidad.
El término proviene del inglés y fusiona las palabras other (otro) y kind (tipo, especie) y vendría a significar “de otro tipo”. El movimiento se creó en 1972, cuando los miembros de un grupo llamado “ElfQueens’sDaughters and the Silver Elves” se autoproclamaron públicamente como elfos. Se extendió como la pólvora en algunos círculos de personas que tampoco se sentían de este mundo y empezaron a aparecer otras identidades como dragones, animales mitológicos, etc.
En lo que se refiere a la identidad, no todos los otherkin tienen la misma vivencia. Hay quien se siente parcialmente humano y sólo en ocasiones o bajo ciertas circunstancias (habitualmente en internet) saca su otra identidad. A muchos les atrae la idea de crear otro ser único, pero por momentos.
Otrosotherkin se sienten completamente no-humanos y manifiestan modos de vestir y actitudes propias de su “kin”, por ejemplo, quienes se sienten vampiros eluden la luz del sol. Algunos incluso se sienten extraños en su propia corporalidad, llegando a someterse a cirugías estéticas para modificar su cuerpo (p.ej. hacerse puntiaguda la oreja en el caso de los elfos). En ocasiones pueden experimentar lo que en clínica se denomina “síndrome del miembro fantasma” (dolor de una extremidad previamente amputada) y sentir que les duele una parte de su cuerpo que no tienen, p.ej. alas o cola.
La comunidad otherkin es más numerosa de lo que aparentemente podría parecer, pero el miedo al rechazo hace que se silencie. Por ello internet es el medio fundamental de comunicación, mucho más anónimo y accesible para contactar y compartir experiencias. No es un movimiento organizado ni dirigido por jerarquías. Funciona básicamente a través de foros, blogs o páginas informativas.
Es importante separar el fenómeno otherkin del denominado furry. Los furries son personas que se disfrazan de animales u otros seres, pero tienen una identidad de sí mismos claramente humana.
Tipos
Dentro de la comunidad otherkin existen subgéneros. Los distintos grupos añaden el sufijo “-kin” a su denominación. Así, entre los más habituales encontramos elfkin, angelkin, dragonkin, vampirkin, lupuskin (lobo), etc.Los therians o (theriántropos) son quienes se identifican con animales reales (p.ej, lupuskin -lobo-).
Existen toda una serie de categorías que tienen que ver con diferentes opciones: pólikin o otherkin múltiple (que tiene dos o más identidades), durmiente (son kin pero desconocen su forma), etc. Para los otherkins, los telurianos las personas que no son otherkins, es decir quienes se sienten completamente humanos.
La cantidad de miembros de los diferentes grupos suele relacionarse con la popularidad que reciben ciertos personajes en un momento determinado, p.ej. tras el boom de crepúsculo aumentaron los lobos y vampiros.
¿Neurodiversidad o trastorno mental?
El antropólogo Pedro Feijóo, investigador de la Universidad de Cambridge ha estado analizando el fenómeno otherkin en los últimos años. Según comenta, en el último medio siglo ha habido una explosión de nuevas identidades. Las personas han estado experimentando y transgrediendo los límites preestablecidos, por ejemplo, a través de la transexualidad o el fenómeno cyborg (personas con capacidades mejoradas debido a la implantación de dispositivos cibernéticos en su cuerpo).
¿Hasta qué punto los otherkin son parte de una neurodiversidad amplia o es algo patológico? ¿Qué significa ser humano? ¿Puede existir la disforia de especie igual que existe la disforia de género? ¿Tenemos que proteger el derecho a decidir lo que somos o forma parte de la anormalidad? ¿Es un diagnóstico o un punto de encuentro donde pueden encajar algunas minorías y sentirse aceptadas?
El debate está servido.