A grandes males, pequeños grandes remedios. Este sería el resumen de lo que es la micromeditación. En una sociedad en que la que todo funciona exprés y hay múltiples estímulos que atender, es necesario aprender a hacer un paréntesis y recargar internamente nuestra batería psicológica.
Según avalan múltiples estudios, practicar meditación de manera regular tiene importantes implicaciones positivas para nuestra salud. Puede cambiar nuestra estructura cerebral, reforzando las áreas que tienen que ver con la atención y las emociones. Ayuda a generar bienestar y reduce el estrés, la ansiedad, el agotamiento. También regula nuestro estado de ánimo y nuestro nivel energético.
Adquirir y mantener una habilidad requiere tiempo. Uno de los hándicaps principales en la práctica de la meditación es la falta de constancia. Se necesitan alrededor de 8 semanas con una práctica regular de una media hora al día para conseguir reducir la actividad de la amígdala, una región cerebral fundamental en nuestra regulación emocional. La micromeditación puede ayudar a implantar el hábito, al no ser necesario demasiado tiempo y poderse realizar en cualquier lugar. Se recomienda dedicar de 1 a 3 minutos, seis veces al día.Lo ideal es que estos tiempos se vayan ampliando de manera progresiva a medida que va avanzando el aprendizaje, hasta alcanzar menos veces al día, pero más duraderas.
Los ejercicios de meditación pueden ser muy variados, depende de los objetivos que se pretendan conseguir y las preferencias de cada persona. Algunos de los ejemplos más utilizados son:
- Escáner corporal. Es una manera de conectar con el cuerpo y reducir el ruido mental. Hacer 3 respiraciones profundas y trazar un seguimiento exhaustivo de los pies a la cabeza, como si fuera un escáner, de todas las sensaciones que se perciben en cada parte del cuerpo.
- Atención al entorno. Cerrar los ojos y tras 3 respiraciones profundas, atender sin juzgar a todos y cada uno de los sonidos que nos rodean.
- Respiración consciente. Llevar la atención a la respiración. Sensaciones de frío/calor al pasar por la nariz, ritmo, duración, etc.
- Repetición de mantras. Elegir una frase que nos haga entrar en eje y dejar que invada todo nuestro ser, p.ej. “me siento cada vez mejor”.