“Menos es más”
Ludwig Mies van der Rohe
Cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia, que tiene como objetivo visibilizar en la sociedad de lo que implica este periodo normal de la mujer, así como concienciar sobre la importancia de la evaluación y prevención de la salud femenina.
A pesar de que, como decimos, es una etapa normal en la salud de la mujer, la menopausia es un tema recurrente en psicoterapia y muy frecuentemente encontramos pacientes preocupadas por múltiples motivos en relación a este tema. Algunas consultan específicamente por las repercusiones psicológicas de esta etapa, aunque también es habitual tratar este tema por cómo influye en otros motivos de consulta.
Si bien es cierto que la información médica es, por general, relativamente accesible, no ocurre lo mismo con las repercusiones a nivel psicológico, por lo que a menudo se queda la mujer “sola ante el peligro”, intentando re-definir esta etapa.
Aclarando conceptos
Menopausia viene del griego “mens” (menstrual) y “pasi” (cese), es decir, es el fin permanente de la menstruación, ya que la mujer deja de producir estrógenos y progesterona y los ovarios dejan de liberar óvulos. Se considera tras 12 meses sin reglas.
No obstante, este proceso no ocurre de golpe. Llamamos climaterio a la transición entre la época fértil y no fértil, y dura entre 10 y 15 años. La menopausia lo divide en dos partes:
- Premenopausia (época anterior a la última regla, que dura unos 3-5 años).
- Posmenopausia (época a partir de la última regla, que dura unos 7-10 años).
1-2 años antes y después de la menopausia es cuando más se exacerban los síntomas. Denominamos a este periodo perimenopausia. Abarca parte de premenopausia y posmenopausia.
La menopausia suele ocurrir entre los 45 y 55 años. Se denomina menopausia prematura si ocurre antes de los 40 años (1% de las mujeres) y menopausia precoz entre los 40 y 45 años (5%). Si todavía existen menstruaciones después de los 55 años, es menopausia tardía.
¿Síntomas?
Entre la sintomatología física encontramos: problemas óseos, sofocos, aumento de riesgo cardiovascular, dolor en articulaciones, aumento de peso, pérdidas de memoria, alteraciones cutáneas, pérdida de cabello, uñas débiles, cansancio, dolores de cabeza, palpitaciones, dolor en las mamas, infecciones urinarias, incontinencia, sequedad vaginal, desequilibrio o mareos, vientre hinchado, etc.
Síntomas a nivel psicológico:
- Tristeza o incluso depresión.
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Insomnio
- Cambios de humor.
- Dificultades de concentración.
- Reducción del deseo sexual.
Los síntomas psicológicos tienen básicamente dos causas:
- Factores biológicos: La reducción de estrógenos puede conllevar la reducción de los niveles de serotonina, que regula el estado de ánimo y procesos como el sueño, el apetito, el deseo sexual, etc. También existen receptores estrogénicos en el sistema límbico,lo que repercute a nivel emocional, memoria, etc.
- Factores socio-culturales: Tiene que ver con cómo se percibe a la mujer en su entorno social debido al cambio biológico y cómo se interiorizan estos supuestos.
¿Qué influye?
No todas las mujeres viven igual la menopausia. Si bien hay elementos que pueden influir(p.ej. que sea una menopausia precoz o tardía, que los síntomas sean más o menos intensos, que duren más o menos tiempo…), en realidad estos elementos no determinan el estado psicológico de la mujer. Lo que verdaderamente importa es cómo la mujer entiende y gestiona estas dificultades, y cómo se sobrepone a los problemas, es decir, su capacidad de resiliencia. Es crucial entender cómo la mujer ha afrontado otras dificultades a lo largo de su vida.
Uno de los factores principales causantes de sintomatología psicológica tras el inicio de la premenopausia es la voluntad de ser madre. La aparición de los primeros síntomas físicos ponen en jaque a la capacidad reproductiva. Es importante tener en cuenta que la maternidad no sólo se ha ido retrasando en las sociedades occidentales por distintos motivos socio-culturales, sino que también la menopausia cada vez empieza a aparecer en mujeres más jóvenes. A este respecto, puede ser de utilidad incorporar conceptos del movimiento NoMo (“No Mother” en inglés o “No Madre”).
A nivel sociológico también hay una importante influencia para que aparezcan dificultades psicológicas, sobre todo a través de concepción de patriarcado. Muchas sociedades han asignado tradicionalmente a la mujer el rol de la fecundidad, así como el de objeto de satisfacción sexual masculina, por lo que, llegada la menopausia, las mujeres dejan de ser “útiles”. Es importante romper creencias anacrónicas y que tanto mujeres como hombres reconozcan y comprendan lo que esto supone.
Pueden haber asociadas otras dificultades a nivel familiar, como la coincidencia de la menopausia con la marcha de los hijos del hogar (“síndrome del nido vacío”) o la pérdida o enfermedad de progenitores (“síndrome de estrés del cuidador”) que también vale la pena tener en cuenta.
¿Cómo enfocarlo?
- La menopausia no es el fin de la mujer, es el fin de la menstruación. De hecho, la menstruación no es algo inherente a la mujer, “solamente” se da en media vida: hay un antes (infancia y pubertad) y un después (madurez) y no por ello se es “menos mujer”. Es importante entenderla como ciclo.
- No todas las mujeres experimentan la menopausia como algo negativo. Para algunas, la menopausia supone disfrutar de la sexualidad sin miedo a quedarse embarazadas o librarse de las molestias propias de la regla. “Menos es más”.
- Los efectos psicológicos de la menopausia pueden ser más o menos largos de una mujer a otra, pero sea como fuere, no son para siempre. Tampoco son continuos (hay fases más duras y menos) y la duración de esas fases también es variable. Pueden responder a ciclos regulares de forma similar al ciclo menstrual. Es importante centrarse en la transitoriedad.
- Información es poder. Documentarse ayuda a ganar perspectiva.
- Importancia de la comunicación: No aislarse ni reprimir emociones.
- Centrarse en poner solución a los problemas concretos que vayan saliendo. Si la situación sobrepasa, es recomendable consultar con un psicoterapeuta. Factores como la resiliencia, las dificultades sexuales o autoestima son tratables psicológicamente.
- Y… por último, poder apreciar que si, como se dice, durante la fase fértil la menstruación se rige por la luna, durante la menopausia la mujer se rige por sí misma.