La ergofobia es un tipo de fobia específica que consiste en tener miedo intenso y persistente a ir al puesto de trabajo. La persona no solamente experimenta ansiedad en el mismo centro de trabajo, impidiendo la concentración y la efectividad laboral, sino que también aparece cuando piensa en ir a trabajar, anticipando un mal rendimiento en todo lo que tendrá que hacer o en la relación con compañeros o superiores.
Si bien es normal sentir a veces sensaciones de ansiedad en el trabajo, sobre todo cuando debemos afrontar nuevas situaciones o tras un aumento de responsabilidades, las personas con ergofobia consideran que su miedo es excesivo o irracional.
Algunas de las causas que lo precipitan son: experiencias traumáticas en el entorno laboral (p.ej. mobbing), falta de autoestima, personalidad tendente a la autocrítica, falta de habilidades sociales, baja tolerancia a la frustración… También puede adquirirse de forma vicaria, es decir, siendo testigo de un proceso traumático en un compañero, aunque no le afecten las consecuencias de forma directa.
Un factor clave que aumenta el miedo es la evitación de las situaciones que se deberían abordar. Este es el motivo de que frecuentemente, no terminen la jornada laboral alegando diversos motivos, o recurran a bajas. También tienden a abandonar el trabajo tarde o temprano, lo que puede acarrear problemas importantes a nivel de autonomía en la persona. Afecta también por tanto a nivel social y familiar.
El formato de teletrabajo debido a la crisis sanitaria del coronavirus ha hecho que un amplio sector de la población haya adquirido nuevas dinámicas laborales. Habrá que ir adaptando y reajustando las dinámicas habituales de forma progresiva y eficiente de cara a prevenir posibles casos de ergofobia en el futuro próximo.