Los niños, al igual que los adultos, necesitan aprender a identificar las sensaciones de ansiedad y saber cómo manejarlas. La técnica de relajación de Koeppen es una adaptación de la técnica de relajación progresiva de Jacobson utilizada en adultos, que consiste en aislar grupos de músculos y tensarlos y destensarlos a través de instrucciones que se realizan a través del juego. Observar la diferencia entre tensar y aflojar los músculos aporta relajación y centra la atención en el momento presente. Debido al carácter lúdico de la técnica, puede utilizarse desde edades muy tempranas.
Se busca un sitio tranquilo donde poder estirarse y se explica a los niños que se va a hacer un juego para aprender cómo trabajan los diferentes músculos del cuerpo y así aprender a relajarse. Dentro del juego hay otros juegos más pequeños.
Algunos ejemplos de cómo se trabajan los diferentes grupos musculares son:
⦁ El limón: Para trabajar manos y brazos. Tienes en la mano un limón muy grande, aprieta fuerte unos segundos e imagina cómo sale el zumo. Se repite varias veces con una mano y después con la otra.
⦁ La tortuga: Para hombros y cuello. Ahora eres una tortuga. Estás tan tranquilo y de repente ves un animal que da mucho miedo, así que te metes en tu caparazón con los hombros y brazos encogidos. El peligro pasa y vuelves a salir. Y así varias veces.
⦁ El chicle: Para la mandíbula. Imagínate que tienes un chicle tan grande en la boca que hay que abrirla al máximo para poder masticarlo. Después el chicle desaparece.
⦁ La mosca: Para la cara: Imagínate que tienes una mosca en la nariz, en la frente, en los ojos, en los pómulos… y para espantarla tienes que sacudir esas zonas sin que se muevan las demás.
⦁ El barro: Para piernas. Imagina que te mueves por un sitio lleno de barro donde cuesta mucho andar. Después por uno sin barro.