Una de las teorías más reconocidas sobre cómo obtener éxito tanto profesional como personal, es la creada por John Wooden, el carismático entrenador de baloncesto de la Universidad de UCLA. Se basaen los valores que necesitamos para conseguir nuestros objetivos y en cómo cambiando nuestra forma de ver las cosas puede ayudarnos a lograr lo que nos proponemos.
En palabras de Wooden, “el éxito es la paz interior que resulta directamente de la autosatisfacción de saber que has hecho todo lo posible para ser tan bueno como eres capaz”.
La pirámide del éxito está dividida en 3 sectores: base, cuerpo y vértice.
Base de la pirámide:
Son los valores que actúan de base para sostener la estructura del éxito.
- Laboriosidad: La primera premisa debe ser siempre el trabajo. Invertir tiempo y esfuerzo es fundamental.
- Entusiasmo: Deseo y convicción en lo que se hace.
- Amistad: En todos los logros hay detrás siempre otras personas que nos apoyan. La amistad aumenta el entusiasmo, la constancia y el esfuerzo.
- Lealtad: Es la coherencia con lo que queremos. Tiene que ver con nosotros mismos y los demás.
- Cooperación: Ayudar y ser ayudado, ser fuente y receptor de estímulo.
El cuerpo de la pirámide:
Son los valores que mantienen el propósito en el tiempo.
- Iniciativa: Tomar un rol activo para conseguir lo que uno quiere, sin temor a fracasar.
- Propósito o intención: Planificación y plan de acción flexible para conseguir una meta.
- Autocontrol: Mantener el equilibrio en momentos difíciles.
- Alerta: No pecar de exceso de confianza, observar atentamente cómo de desarrolla el plan de acción para poder redirigirlo.
- Condición: Mantener la salud física y mental: aprender nuevas habilidades y minimizar las carencias.
- Destreza o habilidad: Para poder desarrollar el objetivo es necesaria la repetición y la práctica.
- Colaboración o espíritu de equipo: Contar con la ayuda de los demás y pensar en el objetivo de manera colectiva.
El vértice de la pirámide:
Es donde confluyen todos los valores previos. Existen 3 rasgos clave para conseguir nuestros propósitos:
- Carácter: Fortaleza para mantener los valores previos y desarrollarlos. También significa ser auténtico en las diferentes circunstancias.
- Confianza: Creer en las propias capacidades y confiar en los demás.
- Competitividad: Crecerse en los momentos de dificultad y responder con valentía a los retos. La dificultad hace más atractiva la meta.
Atender todos estos valores y tratar de ponerlos en práctica en nuestra vida cotidiana puede generar un cambio significativo a la hora de conseguir nuestros objetivos vitales. ¿Te animas a intentarlo?