El estrés es un monstruo con muchas cabezas, que se manifiesta de formas muy diferentes y no todas son conscientes. El bruxismo es un claro ejemplo.
El bruxismo es un trastorno del movimiento que consiste en apretar o rechinar los dientes de manera no consciente. Suele producirse durante el sueño, pero también en la vigilia, cuando se está en un estado de medio consciencia (es decir, cuando funcionamos cono “en automático”), como por ejemplo al ver una película o al conducir.
Existen dos tipos de bruxismo:
- Excéntrico: Frotar y rechinar los dientes de arriba abajo o de un lado a otro. Este tipo de bruxismo lima los dientes y daña progresivamente sus diferentes capas.
- Céntrico: Encajar la mandíbula y apretar fuertemente. Este tipo no genera ruido, pero produce dolor de cabeza y en la musculatura de la mandíbula.
Entre los efectos que produce encontramos:
- Dolores de cabeza, mandíbula o cuello
- Fisuras que producen hipersensibilidad.
- Oscurecimiento de los dientes.
- Alteraciones en las articulaciones temporoarticulares (bajo los oídos).
El tratamiento puede depender de diferentes factores, por lo que cada caso debe estudiarse de manera única. La mayoría de personas tratan el bruxismo utilizando una férula de descarga tipo Michigan, que es una funda para proteger la dentadura. Sin embargo, esta medida no siempre es suficiente, y en ciertos casos se produce una hiperatrofia de los músculos de la mandíbula que requiere tratamiento fisioterapéutico o incluso a veces tratamiento con bótox.
Sea como fuere, es un hecho contrastado que la principal causa del bruxismo es el estrés, por lo que no deja de ser paradójico que el tratamiento principal no sea la psicoterapia. El bruxismo es un indicador, una señal de nuestro sistema psicológico para manifestar que hay aspectos que no están bien enfocados internamente. Se hace necesario ir al origen del problema y abordarlo en profundidad, detectar los factores que producen y mantienen esta desregulación, y encontrar formas alternativas de funcionamiento psicológico que hagan que el bruxismo no sea necesario.