Si algo tienen en común la mayoría de los padres y madres es la sensación de tener que ocuparse simultáneamente de muchos y diferentes temas relativos a los hijos. Acompañar al niño a la actividad extraescolar que toca, tener preparada la ropa, ayudarle con los deberes, pedir cita con el pediatra, comprar los ingredientes para hacer su plato preferido el domingo, etc.Hay una necesitad de tener todo a punto en el poco tiempo que normalmente se dispone, lo que genera una importante carga mental.
Esta sobrecarga mental para llegar a todo, también se ha llamado “burnout parental”. Algunos de los efectos que puede generar son:
- Agotamiento
- Cambios de humor.
- Olvidos o faltas de atención.
- Tristeza
- Migrañas.
Esta sensación de ir siempre corriendo para llegar a todo genera una falta importante de autocuidado, lo cual aún acrecienta más el problema. Por otro lado, conectar con este malestar y/o quejarse, también puede causar sentimiento de culpa por ser mala/o madre/padre.
Algunas recomendaciones para reducir esta sobrecarga serían:
- Anota todas las tareas que tengas pendientes y búscales un hueco en tu agenda. Establece prioridades
- Delega responsabilidades y pide ayuda. Comparte con tu pareja u otras personas de referencia las tareas necesarias e incluso haz que tu hijo se ocupe de algunas de ellas en función de su edad.
- Acepta que la perfección no existe. No te automachaques si no llegas a algo.
- Introduce pequeños rituales en tu día a día que te ayuden a desconectar. Un tiempo predefinido para tomar un té en silencio, meditar, una llamada de teléfono tranquila con alguien que aprecies…
- Aprende a decir no cuando corresponda.
- Lleva un estilo de vida saludable.
- Relaciónate con otros padres o madres en la misma situación y trata de buscar nexos. Nuevas ideas siempre son bienvenidas.