El calor no sólo afecta físicamente, también afecta psicológicamente. El cambio climático está produciendo olas de calor cada vez más extremas y frecuentes que repercuten emocionalmente en la población.
Se produce estrés térmico cuando el organismo no puede mantener una temperatura adecuada. El hipotálamo es la estructura cerebral encargada de regular la temperatura dando órdenes directamente al sistema endocrino. El cuerpo produce sudor cuando la temperatura exterior aumenta significativamente, y cuando éste se evapora, se reduce la temperatura corporal. Otra forma de regulación es por el riego sanguíneo. Cuando hace calor, se moviliza la sangre para reducir la temperatura corporal, pero esto tiene repercusiones en el flujo que llega al cerebro, disminuyendo su rendimiento y en condiciones de calor extremo incluso puede provocar desmayos.
Entre los principales efectos psicológicos destacan:
- Reducción dela concentración y el rendimiento intelectual. No sólo afecta a las capacidades sino también la motivación para estudiar.
- Repercusión en el estado de ánimo.
- Ralentización del pensamiento y los procesos cognitivos.
- Cambios de humor.
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Falta de energía.
- Empeoramiento de psicopatología previa: esquizofrenia, demencias, abuso de sustancias…
- Insomnio
- Aumento de la tasa de suicidios. En condiciones de calor aumentan las muertes relacionadas con salud mental un 2,2% por cada grado de temperatura.
También aumenta la violencia y los actos delictivos: agresiones, violaciones, atracos, robos, asesinatos…Asimismo, existe un vínculo entre las guerras o conflictos étnicos y las olas de calor.
Algunas recomendaciones para combatir el aumento de temperaturas serían:
- Hidrátate regularmente y reduce el consumo de alcohol.
- Aumenta el consumo de frutas y verduras que tienen un elevado contenido de agua.
- Dúchate más frecuentemente o báñate en la playa o la piscina.
- Evita el sol en horas centrales del día.
- Baja las persianas o utiliza toldos para reducir la radiación solar.
- Viste con tejidos naturales y evita la ropa ceñida.
- Evita el deporte en las horas más calurosas.
Por otro lado, es importante mantener una predisposición mental al calor para poder adaptarte mejor, y entender que es una situación temporal. También buscar espacios de calma, practicar hobbies o aumentar la sociabilidad pueden ayudar a reequilibrar la situación.