Las vacaciones han terminado para la mayoría de nosotros, y lo que queda ya son los recuerdos de lo vivido. Volviendo la vista atrás, ¿has sufrido el síndrome de Stendhal?
El síndrome de Stendhal, también denominado “síndrome del viajero” o “síndrome de Florencia” hace referencia al conjunto de sensaciones y reacciones que ocasiona el estar en contacto con la extrema belleza, ya sea una obra arquitectónica, una obra de arte, un paisaje, etc. Debe su nombre al escritor francés que, tras visitar la Basílica de la Santa Cruz, en Florencia, se quedó hasta tal punto impactado por la belleza de lo que presenció que hasta sintió mareos, vértigos y sensaciones de desmayo inminente. Otros síntomas pueden ser taquicardia, palpitaciones, agotamiento, sudoración, pánico, malestar epigástrico, sofocos…
El síndrome como tal fue acuñado por la psiquiatra florentina Graziella Magherini, en la década de los setenta, coincidiendo con el auge en esa época del turismo a nivel internacional y en concreto en Florencia. Según la doctora Magherini, el 50% de los pacientes que estudió para establecer el diagnóstico, tenían antecedentes psiquiátricos, aunque la mayoría estaban compensados en el momento de aparición del síndrome.
Si bien es innegable que lo artístico y la belleza en general nos lleva a experimentar emociones y sensaciones más o menos potentes (p.ej. que nos salten las lágrimas escuchando una canción), son muchos los que han cuestionado la existencia real de este síndrome, que no tiene catalogación per se en los manuales psiquiátricos internacionales. Hay quien incluso ha llegado a apuntar que pudo estar motivado por intereses publicitarios de la ciudad de Florencia. No obstante, vale la pena poner un nombre que haga referencia a todo este conjunto de emociones que sentimos que incluso nos pueden llegar a sobrepasar.
Algunos de los factores que aumentan la probabilidad de que aparezca la sintomatología del síndrome de Stendhal son ser una persona sensible a nivel general y estar solo en el momento de contacto con la obra. Un alto grado de sugestión previa también puede activarlo. El cansancio previo o el jetlag también son factores a tener en cuenta que pueden incidir.