El efecto Forer, también conocido como «efecto de validación subjetiva» o el «efecto de validación personal», es un conocido fenómeno en psicología que tiene que ver con la necesidad de previsibilidad en el ser humano.
En la década de los 40, el psicólogo estadounidense Bertram R. Forer administró un test de personalidad a una muestra de sujetos. Ignoró las respuestas de cada uno, entregando a todos el mismo resultado, y les pidió que valoraran la exactitud con la que creían que les definía. El texto decía:
“Tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tu personalidad tiene algunas debilidades, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Aunque disciplinado y con autocontrol hacia el exterior, tiendes a aprensivo e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas”.
La media de las puntuaciones que dieron los sujetos fue que su descripción era precisa en un 84%. La personas tienden a aceptar descripciones genéricas e inexactas de sí mismas que podrían aplicarse a cualquiera. Este es el motivo por el que se piensa que funcionan pseudociencias como la astrología, la lectura de manos, etc.
El efecto Forer se basa en la necesidad de hacer previsible nuestra realidad, en la necesidad de control. Ante el enorme volumen de información que recibimos, necesitamos crear coherencia en información inconexa y genérica y darle sentido para nosotros. Rellenamos los vacíos de información para crear un orden interno, una explicación congruente de la realidad. Tendemos a aceptar afirmaciones cuestionables o incluso falsas de nosotros mismos si nos resultan favorables o halagadoras. Las afirmaciones desfavorables son más aceptadas por las personas con baja autoestima.
El efecto Forer aumenta cuando:
- La persona cree que el análisis únicamente se aplica a sí mismo.
- El evaluador es alguien importante y con autoridad (sugestión).
- El análisis remarca atributos positivos. Las personas se identifican más con lo que quieren ser que con lo que realmente son.