El mundo ha conseguido avances sin precedentes en los últimos años. Hemos llegado a la Luna, hemos descubierto los orígenes de la especie humana o revolucionado el mundo tecnológico. Sin embargo, ningún país del mundo ha conseguido aún alcanzar la completa igualdad entre hombres y mujeres. Según la ONU (1), las mujeres cobran un 23% menos que los hombres a nivel mundial, ocupan menos del 24% de los escaños parlamentarios y 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual (200 millones de niñas/mujeres han sufrido mutilación genital).
El día internacional de la mujer, que se celebra mundialmente el 8 de marzo, es una oportunidad para analizar lo conseguido hasta el momento a nivel de equiparación entre géneros, así como para reflexionar lo que queda por hacer.
¿De dónde proviene?
El día internacional de la mujer tiene origen en varios momentos históricos, el más antiguo se remonta al 8 de marzo de 1857, cuando miles de trabajadoras de fábricas textiles de Nueva York salieron a la calle para protestar por las pésimas condiciones laborales, reivindicando un horario digno y la abolición del trabajo infantil. Sin embargo, el evento más notorio tuvo lugar cuando en 1911, 149 personas (mayoritariamente mujeres) murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de la misma ciudad (2) debido a las precarias condiciones laborales, lo que dio lugar a la búsqueda de la justicia social y la mejora de condiciones laborales.
El color morado es el color representativo del Día de la Mujer ya que fue el color que en 1908 utilizaban las sufragistas inglesas y que posteriormente se instauró como el color de la lucha feminista.
Diferencias de salud según el género
Según la OMS, la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino algo más amplio: es un completo estado de bienestar físico, mental y social. Al incluir aspectos socioculturales, la salud de la mujer queda condicionada por factores de sexo y género. Entre los principales factores socioculturales que impiden que la mujer se beneficie de servicios de salud necesarios encontramos (3):
- Desigualdades en las relaciones de poder entre hombres y mujeres.
- Normas sociales que reducen las posibilidades de recibir educación y encontrar oportunidades de empleo.
- Atención sanitaria a la mujer principalmente en las funciones reproductoras.
- Violencia física, sexual y emocional.
Mujer y salud: Cifras
A pesar de que las mujeres tienen una esperanza de vida superior a los hombres (en 2016, la esperanza de vida mundial era de 74,2 años para las mujeres y de 69,8 años para los varones), presentan una incidencia de enfermedad y discapacidad más alta que ellos, sobre todo porque padecen más enfermedades crónicas. Prácticamente todas las enfermedades crónicas tienen más tasa de mujeres que de hombres y eso refleja peor autopercepción del estado de salud. Algunas de estas enfermedades son: colesterol, hipertensión, trastornos cardíacos, varices, problemas de circulación, depresión, dolor de espalda, migrañas, diabetes, artrosis, alergias… (4).
Es importante remarcar que las mujeres refieren tasas superiores de enfermedad en problemáticas asociadas con el exceso de trabajo, la tristeza y la domesticidad. La depresión es más común en las mujeres (5,1%) que en los hombres (3,6%), y en el caso de la depresión unipolar, es dos veces más frecuente. Los hombres, en cambio, presentan mayores problemas de salud asociados con conductas de riesgo y trabajo fuera de casa (accidentes de tráfico, deportivos, laborales, enfermedades agravadas por el consumo de alcohol o tabaco). Estos datos indican que los factores sociales inciden en la salud de las personas. Existen aspectos sociales que afectan a la salud de las mujeres como la influencia de la pobreza, la clase social, las demandas de trabajo, medio ambiente, exposición a sustancias contaminantes y distribución gubernamental de los servicios sociales (5).
Por lo que respecta a mortalidad, las enfermedades cardiovasculares son las que provocan el mayor número de defunciones entre las mujeres. El cáncer de cuello uterino y el de mama son los más frecuentes, y el carcinoma pulmonar, es la principal causa de defunción (6).
Las autolesiones, incluido el suicidio, fueron la segunda causa de muerte entre las mujeres de 15 a 29 años de edad en 2015.
Cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
La mayoría de las personas infectadas por el VIH son también mujeres, especialmente las jóvenes de 15 a 24 años.
Una de cada tres mujeres puede sufrir agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida.
¿Qué es el enfoque de salud pública basado en el género?
El enfoque de salud pública basado en el género se basa en reconocer las diferencias entre el hombre y la mujer para determinar cómo difieren los resultados, experiencias y riesgos sanitarios entre hombres y mujeres, y actuar así en consecuencia (7). El objetivo fundamental es lograr la igualdad de género. La incorporación de esta perspectiva en la salud pública implica abordar la influencia de los factores sociales, culturales y biológicos en los resultados sanitarios, para mejorar así la eficiencia, cobertura y equidad de los programas.
¿Cómo mejoramos?
Si bien aún no hemos conseguido la completa igualdad de género, es cierto que hay elementos que sí van mejorando progresivamente. El EIGE (European Institute for Gender Equality) es una agencia de la Unión Europea dedicada a realizar investigaciones para ampliar conocimiento y sensibilización en relación con la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. Una de las herramientas que utilizan es el “índice de igualdad de género”, que equivale a una puntuación del 0 al 100. Se analiza tanto el global de los países como también 6 dimensiones concretas: poder, tiempo, conocimiento, salud, dinero y empleo.
El índice de igualdad ha ido incrementándose en los últimos años a nivel global en Europa, aunque a un ritmo lento. En el 2019 ascendió a 67.4 la media europea. Los países con mayor índice fueron Suecia (83.6), Dinamarca (77.5) y Francia (74.6). Y los más bajos Grecia (51.2) y Hungría (51.9).
Fuentes:
- “Gender Equality by 2030”.
Visto el 5/2/20.
https://www.un.org/en/observances/womens-day
- “The Triangle Shirtwaist Fire and International Women’s Day: 100 years on”.
Visto el 5/2/20.
http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_152708/lang–en/index.htm
- “Women’s health”.
Visto el 5/2/20.
https://www.who.int/topics/womens_health/en/
- “Health Policies and equality between Women and Men”. Versión On-lineISSN 1886-5887. Rev. Bioética y Derecho, nº.43. Barcelona, 2018.
Visto el 5/2/20
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886-58872018000200013&lang=es
- “Desigualdades de género en salud pública”. Quadern CAPS, nº 30, 2001. p. 3.
Visto el 10/2/20.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5639716
- “Salud de la mujer”.
Visto el 10/2/20.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/women-s-health
- ¿En qué consiste el enfoque de salud pública basado en el género?
Visto el 5/2/20.
https://www.who.int/features/qa/56/es/
- “Gender equality index”.
Visto el 11/2/20.