Estamos en una época de cambios importantes a nivel social y sanitario, y los cambios siempre generan incertidumbre. El ser humano maneja muy mal la falta de previsibilidad, ya que significa falta de control e indefensión. La sensación de máxima incertidumbre puede llevar incluso a la parálisis.
Para llenar los vacíos de información, imaginamos posibles escenarios de cómo pueden ir las cosas, y estos escenarios crean emociones, habitualmente negativas ya que las posibilidades que se plantean siempre son las menos halagüeñas. Por eso, en un intento de reducir la incertidumbre, al final acabamos aumentando el malestar ya que cuanto más intentamos controlar y menos abiertos estamos al cambio, más disparamos la ansiedad.
Cuando las circunstancias son estables, tenemos unas estrategias claras para manejar la situación, pero cuando cambian debemos aprender también a cambiarlas. ¿Qué ayuda?
- Incertidumbre y riesgo no son sinónimos.
- Es mucho más valiosa la capacidad de flexibilidad que la de control. Realmente tenemos un control muy bajo de las situaciones. En cualquier momento de estabilidad puede ocurrir algo que salte por los aires toda la previsibilidad (p.ej. un accidente o una muerte repentina).
- Diferencia los problemas que dependen de ti de los que no. Entrégate al máximo en los primeros, y trabaja la aceptación en los segundos. Recuerda también que por muy mala que sea la situación, siempre hay cosas que dependen de ti, aunque sea únicamente la actitud con la que lo enfocas, y eso ya es mucho.
- No confundas control con planificación. Planificar más te ayudará, intentar controlar más, no.
- Acepta el miedo a lo desconocido. Normalizarlo como parte de la situación te ayudará a integrarlo y evitará que se transforme en pánico y te paralice.
- En los momentos de malestar cuídate particularmente: infórmate de la situación y las posibilidades, haz cosas que te conecten contigo mismo, relaciónate con personas significativas, analiza todo lo que estás haciendo por mejorar…
- Recuerda que antes de la actual ya atravesaste otras crisis. ¿Qué recursos y capacidades propias te ayudaron a lidiarlas?
- Acontecimientos que inicialmente pueden ser negativos pueden dar lugar a otros positivos que te cambien la vida posteriormente. Sólo podemos valorar el sentido global, analizando en perspectiva tiempo después.