Beneficios y calidad de vida derivados de la tenencia de animales de compañía

Las mascotas juegan un papel importante en la vida de muchas personas. En la Unión Europea, se estima que 85 millones de hogares tienen al menos un animal de compañía, y es una tendencia al alza. El 24% de los hogares tienen al menos un perro y el 25% al menos un gato (1)

¿Qué es la antrozoología?

La antrozoología, es la disciplina que estudia las interacciones entre seres humanos y animales (HAI, por sus siglas en inglés), y los beneficios relativos a su compañía. Se ha constatado recientemente el rol de hormonas como la oxitocina y arginina vasopresina, en la creación de lazos entre los seres humanos y animales y cómo estos lazos nos protegen de los efectos debilitantes del estrés (2). Veamos algunos de los principales beneficios.

Beneficios a nivel social

La soledad es uno de los problemas sociales más importantes de nuestro tiempo que afecta a todas las edades y niveles socioeconómicos, y tiene relación directa con la salud. La cantidad y la calidad de las relaciones sociales pueden ser un factor de riesgo de mortalidad (3), y por diferentes motivos no siempre es posible obtener la sociabilidad que una persona necesita. Existen numerosos estudios que avalan que el papel de las mascotas para reducir la vivencia del aislamiento (4).

También en situaciones de excepcionalidad, las mascotas cumplen un papel fundamental. Un reciente estudio confirma que durante el confinamiento por COVID-19, la relación entre personas y sus perros o gatos ayudó significativamente a compensar la falta de relaciones sociales y físicas con las personas (5).

Por otro lado, las mascotas también tienen un factor socializador importante. A parte de potenciar capacidades tan importantes como la empatía o el sentido de responsabilidad, tener mascotas también ayuda a conocer gente y refuerza las redes de apoyo, el llamado “factor mascota” (6).

Beneficios a nivel físico y emocional

El vínculo con animales reduce el nivel de estrés y refuerza el sistema inmune. Incrementa la eliminación de cortisol (la hormona del estrés), y reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Produce una menor reactividad cardiovascular y una recuperación más rápida de los factores generadores de estrés más leves (2). También los dueños de perros son más activos físicamente, lo que regula a su vez los triglicéridos plasmáticos y el colesterol, reduciendo así visitas médicas (4).

Todo esto conlleva la reducción de los niveles de depresión y ansiedad (y sus consecuencias derivadas, p.ej. insomnio), y mejora el bienestar emocional global y la relajación.

Las aplicaciones terapéuticas son muy variadas:

En niños: Promueven habilidades sociales y autoestima (7). Ayudan a mejorar las habilidades motrices de los alumnos, las habilidades de comunicación y lectura a la vez que potencian efectos calmantes y motivadores (2). En estudiantes universitarios aumentan la atención, memoria y ayudan a combatir el estrés, mejorando así el rendimiento académico (8).
En personas mayores: No sólo ayudan a afrontar situaciones vitales difíciles como el duelo o el aislamiento. También ayudan al envejecimiento saludable, mantenimiento de la independencia y la calidad de vida, preservando el bienestar físico, mental y social (2).
En personas con necesidades especiales: Los animales de asistencia, con entrenamiento, son capaces de ayudar en discapacidades físicas, como ceguera o problemas de movilidad, o incluso pueden llegar a alertar de emergencias médicas, como un ataque epiléptico. También son beneficiosos en síndromes como autismo y trastornos mentales graves (4). Se han validado científicamente mejorías significativas en trastorno por estrés postraumático (TEPT), p.ej. con veteranos de guerra (9).

Beneficios a nivel comunitario y económico

Los beneficios de las mascotas en la comunidad se han estudiado a partir del concepto de capital social, que se define como la unión dentro de la comunidad, los valores de cercanía y colaboración, derivados de la conexión social (10)

Altos niveles de capital social representan menores tasas de mortalidad, mayores índices de autoevaluación del estado de salud, mejores índices del estado de salud en términos generales y una reducción de los trastornos mentales más comunes.

Estos aspectos, en último término contribuyen a reducir los gastos nacionales de salud.