Cada vez es más habitual tener animales de compañía en el hogar y son integrados como un miembro más de la familia. La creciente necesidad de apoyo emocional a pesar de la accesibilidad a las redes sociales online, la dispersión familiar, la disponibilidad de recursos, etc., son factores que lo propician.
Recientes estudios confirman que la interacción humano-animal proporciona beneficios psicológicos, físicos y sociales que condicionan la salud y el bienestar. Algunos de ellos serían: mejora cardiovascular al favorecer la actividad física en los paseos, menor sentimiento de soledad, reducción de los niveles de estrés, ansiedad y depresión, aumento de la socialización con otras personas, etc. Las personas que conviven con animales desarrollan más empatía, son más responsables, y presentan más autoconfianza.
Los adultos con animales visitan menos al médico por problemas menores como dolores de cabeza, de espalda o gastrointestinales. También hay estudios que indican beneficios en el sistema inmune de bebés criados con animales, teniendo menos resfriados, alergias, asma…
Tener animales potencia la empatía y esto también influye en las relaciones humanas, ya que se promueven conductas prosociales, la convivencia positiva, el altruismo, el sentimiento de protección, la motivación y la reducción de conductas agresivas disfuncionales.
Estudios experimentales que comparan personas con y sin animales de compañía sugieren que las personas que tienen, suelen ser más emotivas y cálidas, tienen relaciones sociales de mayor calidad y mejores vínculos afectivos. Según la investigación, existen diferencias de género en empatía afectiva y cognitiva, teniendo las mujeres mayor capacidad. Respecto a la edad, no hay un acuerdo significativo, aunque hay numerosos estudios que avalan que la empatía va en aumento cuanta más edad tiene la persona.
También existe evidencia de que acariciar un animal reduce los niveles químicos del estrés. En niños con autismo, tener un animal en casa favorece su socialización en la escuela. A medida que se vayan adquiriendo conclusiones sobre la estrecha relación entre aumento de empatía y tenencia de animales, se espera promover programas y actividades educativas proanimales para el desarrollo de la inteligencia emocional, parte fundamental de la empatía.