¿Es la atracción sexual algo universal en los humanos? ¿Es algo que debamos sentir todos?
¿Qué es y que no es la asexualidad?
La asexualidad es un tipo de orientación sexual en la que la persona no experimenta atracción sexual hacia otras personas, sean del género o sexo que sean. Se calcula que el 1% de la población es asexual.
La atracción sexual no es algo que se tenga o no se tenga de manera absoluta, pueden haber grados. Sobre la intensidad de la atracción sexual, las personas nos repartimos en un continuo (espectro sexual) que va de la asexualidad a la alosexualidad (que es lo contrario a la asexualidad: es decir, personas que sí experimentan atracción sexual). Es posible ser asexual y experimentar libido en algunas ocasiones o incluso tener relaciones sexuales de forma más o menos esporádica. Ser asexual, por tanto, no significa necesariamente ser célibe ni virgen. La actitud hacia la sexualidad puede oscilar entre:
- Repulsión.
- Indiferencia.
- Opinión favorable de manera más o menos puntual. Algunos de los motivos por lo que algunas personas asexuales practican sexo son:
- Para contentar a su pareja.
- Para procrear.
- Por placer físico puntual.
- Por la intimidad emotiva que puede crear el sexo.
- Etc.
Las personas asexuales tampoco tienen por qué ser antisexuales (es decir, creer que la sexualidad es algo malo que hay que evitar), ni tampoco tienen por qué sentir una aversión marcada o fobia al sexo. Tampoco tienen porque ser personas con prejuicios moralistas sobre el sexo.
La asexualidad es una condición, no se elige, igual que tampoco se eligen otras orientaciones sexuales como la homosexualidad, se da sin más.
Tampoco significa que por no sentir excitación las personas asexuales no puedan enamorarse. Existen diferentes tipos de atracción:
- Sexual (deseo de contacto sexual).
- Sensual (deseo de contacto físico no sexual: besos, caricias, abrazos…).
- Romántica (sentimientos).
- Estética (basada en lo visual).
- Arrobamiento (relación con intimidad, pero no romántica).
Cada uno de estos tipos de atracción es independiente de los demás. Es posible sentir atracción romántica, pero no sexual. Al igual que existe un espectro en el deseo sexual, también hay un espectro en el resto de tipos de atracción, por ejemplo, la atracción romántica es un continuo que va de la alorromanticidad (experimentación de atracción romántica) a la arromanticidad (ausencia de atracción romántica). En medio de este espectro, estarían los grirrománticos, que experimentan atracción romántica infrecuentemente o en ciertas situaciones.
El no sentir atracción sexual hacia otras personas no significa que las personas asexuales no tengan libido. Pueden presentar excitación sexual, pero no hacia otras personas, por lo que la autosexualidad (masturbación) es perfectamente factible.
El triángulo de AVEN y el espectro de la asexualidad
AVEN son las siglas en inglés de la Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad, una entidad fundamental para el colectivo asexual. Una de las herramientas que han creado para ayudar a entender la diversidad sexual es el denominado triángulo de AVEN.
El plano horizontal muestra la orientación hacia el género de una persona, que sería el continuo entre dos extremos: de la heterosexualidad a la homosexualidad, con todos los puntos medios intermedios posibles, pasando por la bisexualidad, pansexualidad, etc. El plano vertical muestra la intensidad, frecuencia o duración de la atracción sexual en una graduación, y va de más intensidad (la parte de arriba representa la alosexualidad) a menos (el vértice inferior del triángulo, que representa la asexualidad absoluta). Este espectro puede dar lugar a diversas identidades sexuales intermedias. Denominamos a toda esta variabilidad área gris.
Pongamos nombre a algunas de las diversas identidades de este espectro gris:
- Demisexual: Atracción sexual únicamente cuando se ha creado un vínculo emocional.
- Fraysexual: La atracción sexual desaparece cuando se crea un vínculo emocional con alguien.
- Cupiosexual: Querer tener relaciones sexuales, pero no sentir deseo.
- Litosexual: Experimentar atracción sexual pero no quererla recíproca.
- Apotisexual: Quien considera el sexo como repulsivo.
¿Trastorno u orientación sexual?
Existe una polémica abierta sobre la manera de entender la asexualidad. Hay quien la identifica como una patología, que etiquetan como “deseo sexual hipoactivo” (o incluso disfunción eréctil o vaginismo), que sí estaría tipificada dentro de los manuales de trastornos mentales.
Tener una bajada del deseo sexual debido a una enfermedad o rechazar el sexo debido a un hecho traumático (como una violación o abusos sexuales en la infancia) no es ser asexual. Aquí sí entraríamos en el ámbito psicopatológico, que requeriría ayuda psicológica.
Entender la asexualidad como una orientación sexual más, refleja una realidad en la que quien la tiene, siente una inclinación natural, sin que tenga que estar asociado con algo disfuncional o enfermo. También la homosexualidad se consideraba hace décadas un trastorno psiquiátrico y hoy claramente se entiende como una orientación sexual más. Es por este motivo que el colectivo asexual lucha por que se dé visibilidad y se normalice su perspectiva.