Aunque es habitual oír hablar sobre feminismo, es realmente un movimiento muy desconocido. Desmontemos algunos mitos erróneos:
- El feminismo es lo contrario de machismo. Aunque aparentemente el sentido común pueda hacernos pensar que son palabras equiparables, son justamente opuestas. El feminismo lucha por la igualdad de las mujeres y los hombres en derechos y libertades. El machismo parte de la idea de que los hombres son superiores a las mujeres. Es decir, el feminismo promueve la igualdad y el machismo la inferioridad. “Hembrismo” sería el término equivalente al machismo en femenino.
- Sólo las mujeres pueden ser feministas. La igualdad deben defenderla ambos sexos. Es como si el racismo sólo lo denunciaran las etnias oprimidas. Cada vez hay más hombres que se declaran abiertamente feministas. #HeForShe es un hashtag que se ha hecho viral.
- El feminismo no es necesario en el siglo XXI. Que se hayan conseguido algunos avances no significa que esté todo hecho. Sigue habiendo una brecha de desigualdad más o menos evidente. Hay ideas que están en el sustrato social, que cuesta mucho deshacer (micromachismos, etc), pero sobre todo, sigue habiendo un problema grave de violencia machista, así como secuestros de mujeres para la explotación sexual, ablaciones, lapidaciones, y un largo etcétera.
- Las feministas son “raritas”: Hay muchos estigmas alrededor de las feministas: que odian a los hombres, que están en contra de la maternidad, que son mayoritariamente lesbianas, que son descuidadas con su imagen, que son promiscuas… categorías infundadas, básicamente creadas para desprestigiar el movimiento por parte del sector más machista.
- El feminismo radical no está bien. Es lo que suele denominarse comúnmente “feminazi”. Sin embargo, en algunas cosas no hay grados. No se puede ser “un poco” feminista, de la misma manera que tampoco se puede ser un poco “libre”. O eres libre o no lo eres, o eres feminista o no lo eres, porque o defiendes la igualdad o no la defiendes, en esto no existen los términos medios ni los extremos.