A veces tenemos formas de sentir que nos parecerían imposibles. En situaciones de estrés muy elevado, se producen reacciones que pueden ir contra la lógica. ¿Cómo podemos entenderlas?
¿Qué es?
El síndrome de Estocolmo fue conceptualizado por NilsBejerot para definir la reacción psicológica entre rehenes y secuestradores en el llamado robo de Norrmalmstorg,un asalto a mano armada que se produjo en 1973 en un banco de Estocolmo que duró casi cuatro días. Se tomaron como rehenes cuatro empleados, a quienes ataron con dinamita en la cámara acorazada hasta que los liberaron.
El síndrome de Estocolmo describe la experiencia psicológica paradójica en que una víctima crea un vínculo afectivo hacia su captor, debido al trauma producido por el cautiverio, desarrollando:
- Sentimientos positivos (apego, enamoramiento, admiración…) hacia los captores o simpatía por su causa.
- Sentimiento negativo hacia la policía y autoridades.
- Sentimientos positivos recíprocos.
Aunque inicialmente este síndrome hacía referencia exclusivamente a casos de secuestro, lo cierto es que progresivamente se ha ido ampliando el concepto a otras situaciones como abuso sexual, violencia de género, sectas, actos terroristas, esclavitud, prisioneros de guerra, etc.
A fecha de hoy es un síndrome poco estudiado, por lo que no hay datos suficientes para saber cuan frecuente es. No está tipificado dentro de los manuales internacionales de clasificación de los trastornos psicopatológicos (DSM y CIE) debido a la dificultad de estudio de las personas que lo han padecido y la falta de consenso en los criterios fundamentales para su diagnóstico. Tiene que ver con el atrapamiento traumático, por lo que algunos autores lo relacionan con el TEPT (trastorno por estrés postraumático) o EA (estrés agudo).
Pese a que hay autores que lo cuestionan, se han detectado reacciones similares también en mamíferos, fundamentalmente primates. Mostrar conductas de sumisión al macho alfa puede determinar la supervivencia genética. También se consideran más estables las sociedades donde se acepta la existencia de jerarquía.
¿Cómo se desarrolla?
El vínculo afectivo que establece la víctima con el victimario se considera una respuesta automática de protección, y está activada por el instinto de supervivencia. El captor crea terror extremo en las víctimas, lo que hace que éstas se sientan impotentes y sumisas. Como necesitan seguridad y esperanza, de forma inconsciente ignoran el lado negativo del captor y empatizan con su posición, figurándose que así la situación traumática cesará. Es la creación de esperanza cuando no hay esperanza.
Algunas de las distorsiones cognitivas que lo posibilitan son:
- Negación (“esto no está pasando realmente”).
- Minimización (“no es tan grave”).
- Racionalización (“sus motivos de peso tendrá el secuestrador para hacer esto”).
Así pues, se considera que el síndrome de Estocolmo es un mecanismo adaptativo ante el trauma ya que facilita la supervivencia, de hecho, también ha sido denominado “síndrome de identificación de supervivencia” o “síndrome de sentido común”.
Fases
Durante el cautiverio la víctima pasa por las siguientes fases:
- Desencadenante
- Reorientación.
- Afrontamiento
- Adaptación
Las víctimas
No hay consenso entre los diferentes investigadores del síndrome sobre cuáles son los predisponentes para padecerlo. Algunos concluyen que depende de factores como las experiencias previas de la persona, las características del trauma, y la personalidad. Algunas de las variables de personalidad que podrían influir según algunos estudios son: personas con pobres estrategias de afrontamiento, tener poco clara la propia identidad o el propósito de la vida, sentir que son otros quienes controlan la propia vida, sentirse infeliz, necesidad de reafirmación por parte de otros, etc.
Sin embargo, todo parece apuntar a que nada delo relativo al pasado de la víctima o a su forma de ser tiene realmente relación, sino que es una respuesta que puede tener cualquier persona ante una amenaza inevitable, por mera supervivencia. Ha sido observado en mujeres y hombres, jóvenes y mayores, diferentes culturas e incluso como decíamos también en no humanos. Lo que realmente predispone a sufrir el síndrome es que la víctima:
- Recibió amenazas y vio su vida en riesgo.
- Estuvo en situación de aislamiento (al margen del captor).
- Percibió alguna pequeña bondad o detalle en el comportamiento del captor dentro de la situación de terror.
- Sensación de que es imposible escapar.
Pronóstico
Si bien hay buenas expectativas de recuperación, existen algunos factores que pueden determinar la rapidez de ese proceso:
- El tiempo de cautiverio.
- La capacidad de la persona de afrontamiento y resiliencia.
- La historia vital de la persona.
- El grado de violencia del cautiverio.