Cada vez hay más personas que tienen dificultades importantes para desconectar del trabajo durante las vacaciones o el tiempo libre. Según un reciente estudio realizado para constatar los efectos de la pandemia, el 79% de los españoles afirman estar conectados al trabajo las 24 horas.
Estas cifras se han incrementado debido a tres factores fundamentales:
- El teletrabajo: Hace más difícil diferenciar el espacio y el tiempo laboral del personal.
- La incursión de los medios digitales: Recibir notificaciones laborales en móvil y tabletas durante el tiempo libre hace que lo personal y lo profesional tenga una frontera cada vez más difusa.
- La incertidumbre por la crisis social y sanitaria.
Todo esto está comportando problemas cada vez más evidentes de estrés crónico a nivel poblacional. Algunos de los efectos que puede generar son: insomnio, ansiedad, depresión, dolores de cabeza, dolores musculo esqueléticos, agotamiento extremo, diarrea o estreñimiento, falta de libido, falta de concentración, problemas de memoria, etc. También aumenta el riesgo de enfermedades debido a la bajada de defensas, aumenta el riesgo de enfermedades coronarias o de sufrir un infarto de miocardio.
Es necesario entender las vacaciones y el tiempo libre como algo terapéutico, siempre que la desconexión sea total. Reducir el estrés, no sólo aumenta proporcionalmente la salud, sino también la productividad laboral. Se estima que el periodo vacacional óptimo es de 12 a 15 días seguidos, ya que es suficiente para desconectar en profundidad y a la vez no sufrir los efectos adversos de la reincorporación laboral.
Algunas recomendaciones para desconectar son:
- Adéntrate si es posible en tus vacaciones de forma progresiva, dejando funciones paulatinamente para que el cambio no será tan brusco. Deja bien cerradas tus responsabilidades para que no te atormenten después.
- Desconecta de lo digital.
- Baja revoluciones, dedica más tiempo a dormir, descansar y a no hacer nada.
- Céntrate en el tiempo presente: Separa tu tiempo laboral del personal.
- Cambia de espacio, viaja aunque sea cerca. Si no es posible, conoce más a fondo tu entorno, pasea, descubre nuevos lugares…
- Cuida las relaciones personales: dedica tiempo a familiares y amigos.
- Date caprichos, mímate.