Diversos cambios a nivel social, económico y cultural han provocado que en la actual sociedad se posponga cada vez más el momento de tener hijos. A pesar de que la salud, la calidad de vida y la longevidad han aumentado en el último siglo, los procesos y ritmos biológicos internos de las personas, siguen siendo los mismos que siempre, y se sigue siendo más fértil a los 20 que a los treinta o los cuarenta.
La infertilidad es la incapacidad de quedar embarazada a pesar de mantener relaciones sexuales frecuentes y sin protección durante al menos un año. Mientras en la infertilidad pueden haber embarazos, aunque no se lleven a término con un recién nacido, la esterilidad es la incapacidad de un individuo o pareja para concebir. A pesar de que existen diferencias, coloquial y médicamente se utiliza genéricamente el término “infertilidad”.
La infertilidad se considera una enfermedad crónica, si bien tiene unos efectos particulares, ya que no limita físicamente a quien la padece, no cursa con sintomatología ni dolor asociado a la misma, no afecta a la funcionalidad del sujeto y no supone una amenaza a la propia vida. Sin embargo sí tiene unas implicaciones psicológicas y emocionales que se manifiestan tanto individualmente como en la pareja, que deben ser atendidas. Se estima que entre un 10 y un 15% de las parejas son infértiles.
Existen diversos tipos de tratamientos de reproducción asistida, los más frecuentes son la Inseminación Artificial (IA) y la Fecundación in Vitro (FIV):
- En la IA se introducen en la cavidad uterina espermatozoides previamente seleccionados y preparados en el laboratorio de embriología.
- La FIV es un método más complejo que consiste en el encuentro in Vitro de los dos gametos femenino y masculino, el cultivo in Vitro del embrión resultante y la transferencia posterior del embrión al útero.
Según el momento en el que se encuentre la persona, hay que atender psicológicamente unas necesidades u otras. No es lo mismo una pareja que lleva un año intentando concebir que una que ha pasado ya por diversos tratamientos de reproducción asistida. El tratamiento psicológico tendrá unos objetivos u otros según la fase de en la que nos encontremos del problema. Sin embargo, a nivel genérico, algunas indicaciones serían:
- Ante todo, recuerda que una pareja ya es una familia.
- Cuando un deseo se convierte en un bloqueo de tu felicidad actual, es necesario buscar ayuda psicológica. Ninguna persona debería tener un único modelo de felicidad. Si apuestas a una sola carta toda tu felicidad y bienestar futuro (“solo podré ser feliz si soy madre-padre”), te estás limitando enormemente y tu deseo pasa a esclavizar y tiranizar tu vida. El equilibrio psico-emocional pasa por tener al menos dos modelos de felicidad diferentes. Si no los hay, trabaja psicológicamente para crearlos y ampliarlos.
- Crea sentido en tu vida actual, atiéndela y enriquécela des del presente. No aplaces toda tu felicidad hasta que consigas ser madre/padre. La vida se vive cada día, es importante que también estés bien hoy.
- Cultiva la ilusión de la maternidad-paternidad pero sal del bucle de pensamiento único. Trabaja sobre otras áreas también importantes en tu vida, no todo debe pasar por tener descendencia: cuida la relación de pareja, otras relaciones familiares, sociabilidad, desarrollo profesional o formativo, salud, hobbies…
- Trabaja tus emociones dominantes. Frustración, ira, envidia, sentimiento de fracaso, culpa…
- Las comparaciones son odiosas. No tomes como referencia lo que les ocurre a otras parejas. Cada cual tiene sus propias guerras.
- Aprende a manejar la incertidumbre. No empieces a ver la película de tu vida queriendo saber el final de antemano. Deja que el tiempo haga su trabajo.