La existencia o no del instinto maternal es uno de los debates más candentes relativos a la mujer y la salud reproductiva. ¿Es algo estrictamente biológico o se trata de una construcción sociocultural? ¿Tienen las mujeres una predisposición innata a tener hijos y cuidar de ellos o es algo que tiene que ver con el rol que ha tenido socioculturalmente hasta ahora? ¿Realidad o un mito?
Realidad: Argumentos a favor
Quienes defienden la tesis del instinto maternal aportan fundamentalmente datos biologicistas para confirmar su existencia.
- Un reciente estudio de la Universidad de Nueva York realizado con ratones, localizó el instinto maternal en el área preóptica del hipotálamo, por el aumento de actividad de unas células nerviosas MPOA Esr1 ubicadas en esta área, que se activaban con el cuidado de las crías.
- La prolactinay oxitocina aumentan en la madre cuando está en contacto con su hijo, sobre todo si se le amamanta. Es una cuestión física que no depende de la voluntad de la madre, se da de forma espontánea.
- En la mayoría de especies, son las hembras quienes cuidan. Se traslada la comparación al resto de mamíferas como argumento de universalidad.
- La investigación sobre las características diferenciales entre hombres y mujeres suele converger en que las mujeres son en general más empáticas, protectoras, multitarea, cariñosas e intuitivas que los hombres, características fundamentales para el cuidado de los demás.
- Muchas mujeres han informado a lo largo de la historia de lo significativo de la maternidad en sus vidas y lo que ha cambiado su sistema de valores. La tesis del “reloj biológico”, que un día activa la necesidad de ser madre, sin que se pueda hacer nada para pararlo.
Mito: Argumentos en contra
Quienes defienden que el instinto maternal es un mito se fundamentan en datos sociológicos.
- No sólo somos biología, vivimos en comunidad. Las conductas sociales se modifican según el contexto, el tiempo y las circunstancias. Las mujeres son socializadas para cuidar, no sólo en la niñez (p.ej. a las niñas, aún hoy, se les regalan más muñecas que a los niños) sino también en la adultez (la maternidad como algo que “completa” a la mujer). Aquéllas que no desean tener hijos se consideran fuera de la norma, biológicamente defectuosas, atribuyéndoseles posibles problemas mentales, sociales o morales. La presión para que la mujer tenga hijos es enorme y está basada en el mantenimiento del orden social tradicional establecido hasta hace poco, en el que el hombre aportaba el sustento económico de la familia y la mujer se ocupaba del hogar y los niños.
- El instinto es por definición un impulso natural, una conducta innata y no aprendida, que se transmite genéticamente a todos los seres de la misma especie, haciéndoles responder igual a una serie de estímulos. P.ej. el instinto de la sed nos lleva a beber. Las mujeres son biológicamente iguales pero muy diferentes entre sí, por tanto, tienen necesidades diferentes. Si no todas las mujeres desean ser madres, entonces no podemos establecer un criterio de universalidad. Los instintos no son opcionales.
- Las mujeres están igual de preparadas para cuidar que los hombres, no es una cuestión de naturaleza sino de rol adquirido. Cuidar bien (anticipar necesidades, ser resolutivo en los problemas, mostrar afectividad…) se aprende pasando tiempo con el niño, no es una cuestión de género. Que tradicionalmente se hayan atribuido a las mujeres ciertas características de personalidad, no está demostrado que se deba a factores biológicos o de educación.
- Los cambios bioquímicos que se dan en el cuerpo de la madre también se dan en otras situaciones de cuidado, no únicamente de los hijos. También muchos de esos cambios, p.ej. los debidos a la oxitocina, se hacen tras el parto, no antes, lo que no confirma el concepto de instinto.
- Cada vez se alzan más voces a favor de la no maternidad como modelo de vida igual de feliz que el de la maternidad. El movimiento NoMo https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/el-movimiento-nomo-que-es/#:~:text=El%20t%C3%A9rmino%20NoMo%20viene%20de,pesar%20de%20no%20tener%20hijos. adquiere cada vez más fuerza.
Perfilando el término
Uno de los puntos que acalora el debate quizá sea la definición en sí del concepto de instinto maternal. ¿Qué entendemos por instinto? ¿La necesidad irrefrenable de tener descendencia o la capacidad para cuidar? Quizá si se perfilara el concepto habría más acuerdos entre las posiciones “mito-realidad”.
Los seres humanos tenemos un arraigado estímulo de supervivencia individual y colectivo, que nos lleva a protegernos los unos a los otros. Esta sociabilidad nos ha hecho evolucionar como especie. Cuidar y proteger al bebé quizá más que un instinto sea un vínculo afectivo que se va construyendo y fortaleciendo. El impulso que activa esas atenciones puede que venga predefinido por la naturaleza pero sobre todo se afianza con el contacto día a día. Y si realmente existiera como instinto preestablecido, no sería propio de las mujeres, y una prueba evidente son las parejas gays con hijos. Un hombre puede ser tan buen referente para un niño como una mujer.
Finalmente, el vínculo nos sólo se desarrolla durante la gestación. Puede desarrollarse también tras el parto o la adopción, e ir aumentando a medida que crece el niño. El deseo o no de ser madre no te convierte en una buena o mala madre. Lo fundamental es poder decidir libremente si realmente quieres serlo o no.