Una de las ventajas de estar en un mundo hipercomunicado por la tecnología es que podemos tener acceso a realidades muy diferentes. Una de ellas es el ho’oponopono, una técnica milenaria originaria de la Polinesia que cada vez es más practicada en el mundo occidental, cuyo objetivo fundamental es generar bienestar y paz interior a partir del perdón.
Para diversas culturas de la Polinesia, el error está tradicionalmente relacionado con la enfermedad. Se entendía que si alguien estaba enfermo es que no había resuelto sus problemas o errores.
Ho’oponopono significa literalmente “corregir un error”. Muchos pensamientos negativos que nos bloquean y desestabilizan están relacionados con situaciones no resueltas. El ho’oponopono nos lleva a hacernos responsables de las emociones que experimentamos frente a las situaciones problemáticas de la vida y nos enseña a reconciliarnos con nosotros mismos para poder liberarnos. Parte de la base de que todo conflicto surge de uno mismo. En vez de culpar a los demás o a las circunstancias, el ho’oponopono se centra en la responsabilidad de uno mismo y en la certeza de que podemos cambiar las cosas a partir de la bondad y la coherencia ética y emocional.
En su parte más espiritual, el ho’oponopono nos ayuda a sanar el “aka”, una especie de hilo o lazo etérico que nos conecta con aquello a lo que le prestamos atención y por los que discurre la energía de la vida. Estos diversos canales invisibles a veces se debilitan debido a las dificultades o problemas y la energía deja de fluir armónicamente por ellos, produciendo malestar o problemas de salud. Reparando las relaciones con personas importantes de nuestra vida y creando conexión con nosotros mismos es como conseguimos sanar.
Al margen de esta parte más mística, es evidente que el perdón tiene poderosos efectos positivos sobre nuestra salud mental. Mejora nuestro estado de ánimo, disuelve pensamientos recurrentes o rumiativos, reduce la ansiedad, aumenta la autoestima y la seguridad personal, etc. Estos efectos también tienen correlación con la salud física, puesto que si no se trabajan los traumas y los problemas pueden llegar a somatizarse. Otros efectos positivos de esta técnica serían:
- Mejora la capacidad reflexiva.
- Potencia la comunicación y la asertividad.
- Entrena la capacidad de solución de problemas.
- Favorece la bondad y el equilibrio emocional.
Los 5 pasos para poner en práctica el ho’oponopono son:
- Conectar y tomar conciencia de nuestras emociones, actitudes y acciones. Qué es aquello que nos causa malestar y nos aleja de los demás.
- Responsabilizarnos de nuestras acciones. Qué es lo que hemos hecho (o no hemos hecho) y qué consecuencias ha tenido.
- Visualizar y sentir amor. Abrir un canal interior que nos conecte con aquella persona o parte de uno mismo que hemos herido.
- Fase de perdón. Recordemos que perdonar no es una simple frase, es un proceso complejo.
- Sentir la liberación y la plenitud.
Un mantra del ho’oponopono que condensa todas estas fases es: “Te amo y si desperté en ti sentimientos hostiles, lo siento y te pido perdón. Gracias”. Y es que los 4 grandes pilares básicos de la técnica son:
- “Lo siento”: Es la base para asumir la responsabilidad de lo que se pretende corregir.
- “Perdóname”: Se pretende que el cuerpo perdone a la persona por no haberse librado antes de las cargas que le ocasionan malestar.
- “Gracias”: Manifestar estos sentimientos es una oportunidad para repararlos.
- “Te amo”: Va dirigido a lo negativo que hay en cada persona. Hay que conectar y mostrar amor a esa parte para así dejarla ir.